Reinventando el desperdicio alimentario: hablamos con Too Good To Go

El término desperdicio alimentario se refiere al conjunto de alimentos descartados a lo largo de la cadena alimentaria pese a seguir siendo perfectamente comestibles y adecuados por el consumo humano y que, a falta de posibles usos alternativos, acaban eliminados como residuo.

Este desperdicio alimentario constituye un problema global. Recordemos algunos datos:

  • La pérdida de recursos que podrían alimentar a toda la población mundial.
  • Los alimentos desperdiciados representan el 8% del conjunto de gases de efecto invernadero emitidos.
  • Si el derroche fuera un país sería el tercero en términos de emisiones de CO₂, el primero en consumo de agua y el segundo en ocupación de suelo agrícola.

La Comisión Europea considera que cada año se descartan más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, lo que supone 1/3 de la producción mundial. De esta cantidad, 89 millones de toneladas corresponden en la Unión Europea, donde entre 30% y 50% de toda la comida sana y comestible acaba convertida convertida en residuos (Manos Unidas, 2020).

EXPERIENCIA EN 1º PERSONA: descubrimos Too Good to Go

Too Good to Go se presenta como una iniciativa para combatir el desproporcionado desperdicio alimentario que tiene lugar actualmente. Os ofrecemos una entrevista con Helena Calvo, Impact Project Manager de esta plataforma, quien responde diversas preguntas.

Too Good to Go es una empresa de impacto social cuya principal misión es luchar contra el desperdicio alimentario. Lo hacemos de muchas maneras, la más conocida es una App, una plataforma gratuita para usuarios que los conecta con cualquier establecimiento de alimentación que tenga excedente al final del día y quiera venderlo en lugar de tirarlo. Lo vende a precio reducido y así conseguimos que el usuario pueda comprar y salvar esos alimentos de acabar desperdiciados. A la vez, el establecimiento consigue dar salida a ese producto. De esta manera todos ganamos porque al final el planeta no sufre ese desperdicio alimentario y sus consecuencias.

¿Cómo surgió la iniciativa?

La idea surgió en Dinamarca a finales de 2015, de un grupo de jóvenes emprendedores que estaban cenando en un restaurante y se dieron cuenta de que, mientras disfrutaban de la sobremesa, el personal del restaurante estaba tirando la misma comida, en perfecto estado, que ellos había disfrutado durante la cena, cinco minutos antes. Vieron que ahí había un problema y pronto entendieron que no era un problema sólo de ese restaurante sino de muchos establecimientos de alimentación. Vieron, además, que eso no sólo pasaba en Dinamarca, sino que era un problema globalizado que tenía graves consecuencias. Así empezaron a desarrollar una plataforma que enseguida se extendió y se validó en diferentes mercados y en diferentes categorías de establecimientos. De este modo se fue creando lentamente la plataforma que es hoy en día Too Good To Go.  

¿Preveíais este crecimiento?

La verdad es que Too Good To Go ha tenido un crecimiento exponencial en muy poco tiempo, desde 2016 hasta ahora. Hoy en día está presente en 17 mercados, la mayoría en Europa, EE. UU. y Canadá. Contamos con más de 50 millones de usuarios en el ámbito global y aquí, en España, con 5 millones desde 2018, año en que empezamos, y más de 15 mil establecimientos que ponen día a día packs a la venta. Realmente no sabes cómo irá y eso nos pareció muy positivo, que en cada mercado donde vayamos llegando esto se vaya validando. La alimentación es algo muy cultural en cada una de las sociedades (no se come igual en Noruega que en España, igual que no se come de la misma manera en el norte y en el sur de España o en el norte y sur de Cataluña). Una aplicación relacionada con la alimentación, con comer el excedente, se tiene que validar en cada mercado, no vale una solución por todo el mundo. No sé decirte si nos lo esperábamos o no, pero sí que estamos muy contentos por cómo se ha acogido esta iniciativa y, sobre todo, de ver que cada vez más gente la ve con buenos ojos y rompemos el tabú del desperdicio alimentario, que cada vez somos más los que hablemos sin rodeos y queremos darle una solución.

Más de un tercio de la comida se desaprovecha. ¿Por qué?

Esta es la gran pregunta. Hay causas más micro, como el hecho que quede una fiambrera en la parte de atrás de la nevera sin que te des cuenta y al final tengas que acabar tirando esta comida, o mucho más macro, como puede ser las largas cadenas que tenemos, en las cuales cada eslabón significa una amenaza y una nueva oportunidad para que la comida acabe en la basura por muchos motivos diferentes (por roturas de cadena de frío, por problemas de envasado o de etiquetado…) y todo esto no hace más que agravar el gran problema. Seguramente en la ciudad donde vivimos hay una gran parte que es el exceso en el acceso de la alimentación: tenemos muchísimos productos con muchísimas cantidades y muchísimas variedades y seguramente tenemos el poder adquisitivo que nos permite “si hoy no me apetece esto, compro otro”, un ciclo en el que hemos entrado.

Tenemos que reflexionar para separar el precio del alimento del valor que tiene, porque el valor del alimento es mucho más que el precio que pueda marcar y devolverle ese valor y realmente entender que cuando tiramos un alimento también tiramos todos los recursos empleados para producirlo y, por tanto, debemos darle el máximo de oportunidades e  intentar prever todo esto.

¿Qué alimentos se desaprovechan más?

Las frutas y verduras, son alimentos que, por muchas causas, acaban desperdiciados. Los últimos datos indican que el 45% de los alimentos que tiramos en los hogares españoles son frutas y verduras, sobre todo lechugas, tomates y plátanos que seguramente han madurado demasiado. Tenemos que aprender qué hacer cuando un alimento está maduro. A un plátano, por ejemplo, le podemos dar otro uso que no sea comer o bien, usarlo en una postre elaborado y, en el caso del tomate, quizás hacer un sofrito.

Todo esto sumado a otros productos como el pan o los lácteos son los que más se desperdician en los hogares.

¿Qué papel desempeña la educación en la reducción del desperdicio alimentario?

Too Good To Go sí que tiene esta solución, que es la aplicación para el móvil, pero también trabajamos otros 4 pilares que son: los negocios, los asuntos públicos, los hogares y la educación. La educación es crucial porque al final son las nuevas generaciones las que tomarán las decisiones de compra y de cómo gestionar los negocios o las futuras empresas. Por tanto, tener a estas nuevas generaciones sensibilizadas y concienciadas es clave para que el futuro quede encaminado de una manera diferente. Too Good To Go también se centra en aquellos que están tomando decisiones a través de todos los canales que tenemos, ya sea por la aplicación, redes sociales, blogs, webs, charlas o participación en cualquier tipo de acontecimiento que nos pueda dar un poco de voz y altavoz no sólo para explicar nuestra solución, sino también para informar del problema con el fin de la gente sea más consciente y visibilizar un reto tan grande como lo es el desperdicio alimentario.

¿Qué impacto tiene en las redes sociales vuestro hashtag #LaComidaNoSeTira?

Es la típica frase que nos recuerda un poco a nuestros abuelos que nos lo decían, o con la comida no se juega o no se tira. Utilizar esta etiqueta en las redes nos ha permitido crear una comunidad de gente que lo visibiliza, así como acciones y hacer que la gente participe, que se sienta parte de la solución y comparta recetas, trucos o incluso nuevas ideas que nosotros no habíamos pensado.

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